viernes, 28 de noviembre de 2014

LO QUE SUS VACAS LE ESTÁN DICIENDO...


Sus vacas continuamente le están “diciendo“ qué tan buen trabajo está usted proporcionándoles, como buena salud, excelentes instalaciones y alimentación. El concepto de los signos de la vaca le ayuda a obtener esta información y utilizarla para mejorar el bienestar, salud y producción de sus vacas – en una forma muy práctica.

"Recuerde, la producción lechera se trata de vacas."
Jan Hulsen, autor de Señales de la Vaca
Una vaca envía constantemente señales acerca de su bienestar y salud. Esto lo hace con su comportamiento, actitud, lenguaje corporal y condición corporal. Usted puede utilizar estos signos para optimizar la salud, confort y resultados de producción de leche de su granja. Entrénese a sí mismo en observar, evaluar, y encontrar soluciones para el beneficio de sus vacas y de su negocio. Pregúntese a si mismo: ¿Qué es lo que veo? ¿Qué está causando esto? ¿Qué es lo que esto quiere decir?

Cómo evaluar los signos de la vaca
Evaluar un animal no es tan fácil como lo parece. Haga el favor de estudiar cuidadosamente la lista de signos animales y apréndalos a conciencia. Cada vez que usted camine entre sus vacas, seleccione una y chéquela de acuerdo con los indicadores clave de una vaca sana que aquí se señalan. Una vez que usted haya chequeado algunas vacas de esta manera, usted comenzará a obtener un entendimiento del confort de la vaca y podrá observar algunos puntos que necesitan ser corregidos. Por favor no saque conclusiones en esta etapa, ya que todavía necesita chequear el índice de condición corporal y el índice de locomoción.
Desempeño
Las vacas deben desempeñarse confortablemente con un mínimo de estrés. El caminar inestable o un lomo curvo pueden indicar problemas de patas o problemas digestivos.
Condición
La condición de la vaca dice mucho acerca de la ración que se le ha estado dando. Las vacas muy gordas o muy delgadas no producirán a su máximo potencial. Utilice el índice de condición corporal para determinar la condición.
Temperatura
Una vaca debe tener una temperatura corporal de 38 a 39°C. El que tenga las orejas frías puede indicar fiebre de leche o problemas con la circulación sanguínea.
Patas
El desgaste de los talones o talones despellejados son causados principalmente por problemas con la cama o materiales utilizados como cama, medidas de los echaderos ajustados de forma inapropiada y/o infección de las pezuñas.
Rumia
Una vaca debe de rumiar de 7 a 10 horas al día, rumiando de 40 a 70 veces cada bocado. El que lo hagan por menos tiempo indica raciones inadecuadas.
Cuello
Un cuello inflamado es causado principalmente por un cable o tubo del comedero muy bajo o equipo del establo ajustado incorrectamente.
Pezuñas
Las vacas sanas se paran derechas y quietas mientras comen. El ladearse o caminar cojeando o cojeando son signos de una salud pobre. Esto puede ser causado por raciones pobres, pisos de mala calidad o falta de mantenimiento de las pezuñas. Siempre observe la parte inferior de las pezuñas cuando se recorten éstas, buscando signos extras y juzgar la salud de las pezuñas con el índice de locomoción.
Alerta
Una vaca sana se ve alerta y fuerte, con un pelaje brilloso y un estómago lleno
Ubre
Para determinar la salud de la ubre, observe cuidadosamente las tetas después de del ordeño. Unas tetas sanas son flexibles y de color y apariencia natural. Una salud pobre de la ubre puede ser causada por problemas de higiene, una mala instalación del equipo de ordeño o raciones inadecuadas.
Estiércol
No debe de ser muy espeso o aguado y nunca debe de contener partículas sin digerir.
Rúmen
El rúmen debe de estar lleno de alimento. El lado izquierdo del estómago (visto desde atrás de la vaca) debe de sobresalir. Si usted presiona su puño sobre el rúmen éste debe de contraerse firmemente de 10 a 12 veces en cinco minutos.
Respiración
La respiración normal fluctúa entre 10 y 30 respiraciones por minuto en una vaca. Una respiración más acelerada indica estrés calórico o fiebre y dolor.


http://es.alltech.com/blog/posts/lo-que-sus-vacas-te-estan-diciendo

sobre el autor:
http://www.midwestdairy.com/0p20pe74/mike-hutjens-phd/

sábado, 15 de noviembre de 2014

El bienestar de la vaca lechera y su efecto en los parametros productivos

titulo original 

"Cow comfort el bienestar de la vaca lechera"

Por Antonio Callejo Ramos

En la última década, el bienestar de los animales ha cobrado una extraordinaria importancia, habiéndose publicado numerosas normativas que fijan las condiciones en que han de ser alojados y manejados para no causarles sufrimientos innecesarios y estrés. Los consumidores de los países desarrollados cada vez son más conscientes de este hecho, y su demanda de productos de origen animal obtenidos en condiciones de producción éticamente correctas va en aumento. Además, la mayoría de los programas y modelos de certificación de producto (la leche, en este caso) tienen muy en cuenta los aspectos de bienestar animal entre sus requisitos. Definir el bienestar animal no siempre resulta fácil. Al fin y al cabo, lo interpretamos desde una perspectiva antropomórfica, es decir, atribuimos características humanas a las cosas o, como en este caso, a un animal como la vaca de producción de leche. No obstante, no resulta tan complicado rectificar aquello que provoca dolor, miedo, hambre, sed, calor, frío, etc., o evitarlos cuando construimos algo nuevo. También es importante conseguir un mantenimiento correcto de las instalaciones y un manejo del animal que evite los malos tratos.

¿Qué es el Cow comfort? Su relación con la bioseguridad

En nuestra modesta opinión, el término “cow comfort”, en su más amplio sentido, engloba todos los factores de bienestar de la vaca lechera y, por consiguiente, es de una gran importancia para lograr unos resultados productivos, reproductivos, económicos y comerciales adecuados. Según lo que establece el Consejo Británico de Bienestar de los Animales de Granja (Farm Animal Welfare Council), un nivel adecuado de bienestar requiere cinco condiciones:

Una nutrición correcta.

Confort térmico y físico (es decir, adecuadas condiciones ambientales u ausencia de lesiones causadas por el tipo de suelo, etc.).

Un buen control de las enfermedades, especialmente de aquellas que cursan con dolor.

Posibilidad de llevar a cabo las conductas por las que el animal muestra una motivación importante.

Ausencia de miedo o estrés intensos o prolongados.

Dicho de otra forma, la vaca de leche, como cualquier otro animal de interés zootécnico, debe poder desarrollar su vida productiva con la menor cantidad posible de factores causantes de estrés, tanto físico como “psíquico”. Las situaciones estresantes producen cambios en las constantes fisiológicas del animal y reducen su capacidad productiva, además de suponerles, en la mayoría de las ocasiones, incomodidad, posible miedo y, en muchas ocasiones, incluso dolor.

Estas situaciones de no-bienestar implican una reducción de la respuesta inmunitaria del animal ante agentes externos que, en condiciones normales de confort, no supondrían una merma de la condición sanitaria del animal. Y es aquí donde podemos relacionar el bienestar de la vaca, o cow comfort, con la bioseguridad. Ésta se puede definir de diversas formas pero nosotros manejamos la siguiente:

Bioseguridad es el conjunto de medidas puestas en práctica para:

Impedir la entrada de agentes infecciosos a una explotación ganadera.

Limitar su difusión dentro de la explotación y, como es lógico, su difusión hacia el exterior de la misma.

Aumentar la resistencia de los animales a las enfermedades.

Es en este tercer punto donde interviene de forma directa todo lo relacionado con el bienestar de la vaca.

Aspectos fundamentales  del Cow-comfort

Alojamientos

El bienestar de los animales empieza por disponer de un hábitat adecuado, que le permita expresar (dentro de las limitaciones propias de un sistema de explotación intensivo) comportamientos naturales, que le proporcione seguridad y confianza (por ejemplo, suelos no deslizantes), que no le limite el acceso al comedero, al bebedero o a la zona de descanso (evitar pasillos ciegos o estrechos), que no exacerbe las diferencias jerárquicas en el rebaño en forma de agresiones, etc. (figura 1).

FIGURA 1.
 El diseño de los pasillos no debe dificultar el movimiento de los animales.

El alojamiento debe proporcionar un espacio de descanso suficiente, evitando excesiva densidad de animales que, a corto plazo, derivan en camas sucias, patologías mamarias, malas condiciones ambientales, estatus sanitario deprimido… En este sentido, cuando se eligen los cubículos como sistema para la zona de reposo, es crucial un correcto diseño de los mismos si se quiere que cumplan su auténtica función, cual es proporcionar un confortable espacio individual de descanso a la vaca.

La orientación de los edificios, la disposición entre los mismos, su emplazamiento en la parcela, su diseño (altura, anchura y volumen), cobran un gran importancia cuando se piensa en las patologías que se derivan de una mala calidad del aire por una deficiente ventilación.

Condiciones ambientales

Probablemente sean las condiciones ambientales una de las principales asignaturas pendientes en los alojamientos de vacuno de leche. La concurrencia en gran parte de nuestro país de inviernos fríos y veranos muy calurosos añade una dificultad más a la ya compleja tarea de diseñar una ventilación correcta.

Es importante evitar las corrientes de aire pero debe proporcionarse una amplia superficie de entrada y de salida de aire (figuras 2 y 3). Para que ello pueda ser posible, incluso en invierno, sugerimos la instalación de cortavientos. La renovación de aire debe llegar a todos los rincones de los alojamientos, sin que se presenten zonas ciegas, y así evitar una humedad relativa excesiva, motivo de estrés térmico, de patologías respiratorias y de deterioro acelerado de los edificios.

 

La ventilación también es necesaria para evitar alcanzar niveles perjudiciales de gases nocivos como el amoníaco, el sulfuro de hidrógeno, el anhídrido carbónico o el metano.

Las condiciones calurosas de la mayor parte de nuestro país durante muchos meses del año aconsejan la instalación de sistemas de refrigeración en las naves; la vaca lechera soporta muy mal temperaturas altas y, en esta situación térmica, la reducción en la ingesta de alimento y en la producción de leche son notables.

Comederos

 
El comedero debe permitir una distribución adecuada de la ración, proporcionar espacio suficiente a las vacas para que éstas puedan consumir la cantidad que necesitan, estar limpio y libre de residuos de comidas anteriores y ser fácil de limpiar.

De esta forma, un comedero correctamente diseñado da lugar a un acercamiento del animal más frecuente, más duradero y a una mayor ingestión. Asimismo, evitará numerosas lesiones debidas a una presión excesiva de las vacas sobre él.

El espacio de comedero requerido para que el animal coma de manera confortable es un aspecto esencial del bienestar. Habitualmente se maneja la cifra de 60-70 cm de longitud de comedero por cada animal cuando se dispone de cornadizas que delimitan la posición del animal (figura 4) y de 80 cm cuando la cornadiza es una simple barra que impide el paso del animal hacia el pasillo.

FIGURA 4. Espacio de comedero en cornadiza autotrabante.

Independientemente del espacio de comedero necesario para que un animal pueda comer cómodamente, en nuestra opinión todas las vacas deben poder comer a la vez. Cuando existen dos filas de cubículos por cada línea de comedero, ésta tiene longitud suficiente para permitir que todos los animales alojados en esos cubículos puedan comer simultáneamente. Sin embargo, no es infrecuente disponer de tres filas de cubículos por línea de comedero, por cuanto aumentando unos pocos metros el ancho de la nave se puede alojar un tercio más de animales, a costa de reducir el espacio de comederos hasta un 35% con relación al número de animales alojados.

Esta solución presenta diversos inconvenientes que la hacen poco recomendable:

Las vacas dominantes pasan más tiempo en el mismo, ingiriendo más cantidad, al tiempo que pueden seleccionar las materias primas más apetecibles.

Debido a la competencia, los animales exhiben un comportamiento más agresivo e incrementan su nivel de estrés.

Tras el ordeño, no todos los animales pueden acceder al comedero y suelen tumbarse en los cubículos cuando todavía los esfínteres de los pezones permanecen abiertos con el consiguiente riesgo de infección en la ubre.

Se pierde la posibilidad de amarrar todos los animales mientras las vacas están comiendo. para realizar, con posterioridad, operaciones de manejo, como separación de animales, diagnóstico de gestación, inseminación, etc.

Se puede ver comprometido el cumplimiento de futuras normativas sobre bienestar animal, ya que se restringe el acceso de los animales al alimento.

Bebederos

No hay que olvidar que otro de los factores a considerar en el bienestar es un adecuado acceso al agua como elemento imprescindible para la vida, además de ser necesario para el correcto estado sanitario de los animales y, por tanto, para lograr un adecuado nivel de producción.

Los bebederos deben proporcionar agua en cantidad y calidad adecuadas, limpia y en lugares convenientemente ubicados para que las vacas puedan acceder con facilidad y sin interacciones negativas con sus congéneres.

Siempre que el tamaño del lote o grupo exceda de 10 animales deberán instalarse, al menos, dos puntos de agua. Ello ayuda a no interrumpir el suministro en caso de avería de uno de ellos y a reducir el efecto de las vacas dominantes.

Aunque las vacas ocupan relativamente poco tiempo en beber, tienden a permanecer cerca de los bebederos, especialmente en tiempo caluroso. Por tanto, los bebederos deben dimensionarse para permitir su uso a varios animales simultáneamente.

Algunas guías de servicios de extensión agraria de EE.UU. recomiendan 60 cm de espacio lineal de bebedero cada 15-20 vacas. Por tanto, un grupo de 100 vacas necesita entre 3-3,5 m de acceso al bebedero, mejor si se reparte en dos o tres localizaciones.

En climas calurosos, donde las vacas experimentan una intensa evaporación en la piel y los periodos de estrés térmico son más prolongados, se sugiere que los bebederos permitan el abrevado del 15% del grupo simultáneamente, disponiéndose de 60 cm por animal. Así, en un grupo de 100 vacas se debe disponer de 9 metros de espacio accesible de bebedero.

Para ubicar los bebederos, además de considerar su longitud, debe tenerse en cuenta que las vacas no deberían desplazarse más de 15 m para encontrar uno. Asimismo, no deben pasar más de una hora sin acceso al agua de bebida. Un lugar habitual para ubicar los bebederos son los pasos de cruces entre pasillos.

NO COLOCAR BEBEDEROS AL FINAL DE PASILLOS CIEGOS O SIN SALIDA.

Sala de ordeño

El centro de ordeño es un área que puede tener un gran efecto en el comportamiento y bienestar de las vacas. Caminos de acceso al área de ordeño, corral de espera, andenes de ordeño, salida de la sala de ordeño y pasillos de retorno son elementos que precisan de un cuidadoso diseño y planificación. No sólo por su uso diario (2 o tres veces) o por su repercusión en el rendimiento de la sala (expresado en vacas ordeñadas/hora) y en conseguir el adecuado estímulo de ordeño, sino porque el centro de ordeño puede ser un punto negro de la explotación en cuanto a causas de disconfort, en general, y de accidentes, en particular.

El recorrido de las vacas desde el establo hasta el centro de ordeño debe tener el mínimo posible de giros o cambios de dirección. Deberán estar bien drenados. Su superficie no será abrasiva ni resbaladiza en ninguna época del año, con lo que las vacas se moverán con más confianza y rapidez. Las pendientes no deberían ser superiores al 6%. La anchura de estos caminos deber ser de 3,0-3,5 m para grupos de menos de 150 vacas y de 6 m para grupos más grandes.

El patio de espera debe dimensionarse a razón de 1,2-1,5 m2/cabeza, según el tamaño de la raza de vacas que estemos ordeñando. Este número determinará la superficie total que se precisa, teniendo en cuenta que no es aconsejable que las vacas permanezcan más de 1 hora esperando a ser ordeñadas (o 45 minutos si se ordeña 3 veces al día).

En la entrada a la sala de ordeño debe haber una buena iluminación (75-100 lux) procurando que el acceso de los animales sea fácil (en línea recta), rápido (puerta de apriete) y con amplitud de entrada. Los animales no deben tener la impresión de entrar en un sitio oscuro.

Prever la entrada al corral de espera en el lado opuesto a la sala de ordeño, lo que facilita que el movimiento de los animales se realice lentamente, sin atropellos, avanzando siempre en el mismo sentido y manteniendo el orden. Deben evitarse las curvas cerradas y los estrechamientos que signifiquen un entorpecimiento a las vacas en movimiento, buscándose siempre la máxima fluidez.

En zonas muy calurosas recomendamos cubrir la zona de espera, pues son las altas temperaturas las que más negativamente afectan a las vacas (figura 5).

FIGURA 5. Patio de espera cubierto.

Las subidas y bajadas a la sala de ordeño dificultan el movimiento del rebaño, por lo que debe buscarse su eliminación tratando que los animales se desplacen sobre un mismo plano. Cuando no fuera posible eliminar los desniveles, es preferible emplear escalones de poca altura pero profundos. Como orientación, puede tomarse el valor de 0,65 m de huella y 0,25 de contrahuella; si se trata de rampas, no deben superar el 17 por 100 de pendiente y asegurando una perfecta adherencia y tracción.

Podemos concluir diciendo que el manejo del ganado es un factor determinante de la eficiencia del ordeño. Todas aquellas situaciones que den lugar a la liberación de adrenalina por el animal en los 30 minutos anteriores al ordeño, pueden interferir en el mecanismo de eyección de la leche, prolongando el tiempo de ordeño. Los animales que van con tranquilidad a ordeñarse y entran rápidamente en la sala de ordeño, generalmente no defecan en ella. Si un determinado número de vacas no entra voluntariamente o defeca frecuentemente en la sala, deberá comprobarse el procedimiento de ordeño.

La salida de la sala de ordeño puede determinar el rendimiento de ésta. Se debe diseñar un amplio espacio delante de la posición de ordeño para que la salida sea rápida y evitar “atascos”, teniendo presente que cuánto más grande sea la sala, mayor es el número de vacas que tiene que salir. Algunos técnicos recomiendan que este espacio sea suficiente para las vacas de dos grupos de ordeño cuando en él se instalan bebederos.

El pasillo de retorno es la zona más habitual para localizar una puerta de clasificación o selección con objeto de separar los animales que necesitan algún tratamiento u observación. Ello implica que los animales deben circular en fila india, lo que puede dificultar la fluidez de salida de las vacas si esta puerta se sitúa muy cerca de la sala de ordeño.

Resumen

El Cow-comfort es, como hemos podido comprobar, un tema amplio e inabarcable en unas pocas páginas. Nuestra intención ha sido resaltar las cuestiones más importantes y, sobre todo, destacar la gran relevancia de este asunto y poner de manifiesto el decisivo papel de los alojamientos en el bienestar de las vacas lecheras. No sólo se deben considerar cuestiones de diseño y dimensionamiento sino que, igualmente, debe prestarse gran atención al mantenimiento de las instalaciones y a conseguir unas condiciones ambientales idóneas para que los animales expresen todo su potencial productivo y presenten una mayor resistencia a agentes potencialmente infecciosos.


Este Artículo, también se encuentra publicado en la edición No. 60 Junio - Julio 2013  de la revista Entorno Ganadero.

lunes, 10 de noviembre de 2014

EL CONFORT DE LAS VACAS AUMENTA LOS BENEFICIOS


Por : Andrew P. Johnson. Doctor en Medicina Veterinaria. Universidad de Minnesota.
Las vacas de leche se ven influenciadas por muchos factores de manejo. Estos factores pueden determinar el aumento o la reducción de la producción, y por consiguiente el rendimiento de las vacas. Yo mantengo que la comodidad de la vaca lechera es el factor más importante y más influyente sobre ese rendimiento: si la vaca no está cómoda, todos los programas de manejo que apliquemos no conseguirán obtener su potencial máximo. De hecho, muchos estudios científicos han demostrado que cuando la vaca está de pié circula un 50% menos de leche por la ubre que cuando está tumbada.  Cada sistema tiene diferentes factores que afectan al confort. Independientemente del tipo de estabulación, la llave del éxito está en mantener a la vaca limpia, seca y cómoda las 24 horas del día. En cada uno de los sistemas de estabulación el punto básico de confort consiste en que las vacas se puedan levantar sin problemas: pezones pisados y corvejones hinchados son los dos problemas más típicos que observamos en establos de plaza fija con poco confort.
CUBÍCULOS
Hay que darle a la vaca espacio suficiente en el cubículo para que pueda balancearse adecuadamente para levantarse. Los puntos a considerar sobre qué tipo de cubículo debemos instalar son el diseño de la curvatura y la localización de la barra de entrenamiento. Si el diseño es adecuado la vaca va a levantarse y tumbarse sin dificultad. Una de las razones por las que los cubículos son cada vez más reforzados se debe a que la tecnología no se ha dado cuenta de una cuestión fundamental: la vaca golpea contra ellos al balancearse para levantarse. Para solucionar el problema los fabricantes refuerzan los cubículos, con lo que las vacas siguen golpeándose. En un cubículo estándar de 2.44 cm de largo el cubículo suele ser de 2.24 cm. La barra de entrenamiento debe estar a 117 cm de la base de la cama, y a 158 cm de la parte exterior del bordillo. Un error común consiste en instalar los cubículos demasiado anchos. La medida ideal es de 114 cm de espacio útil. Otro error frecuente al instalar este tipo de cubículos consiste en montarlos al revés. En teoría parece mejor porque las vacas quedan más alineadas, pero en realidad no es correcto puesto que no hay espacio para la grupa y la vaca se golpea fácilmente al levantarse. Asimismo, se tiende erróneamente a instalar unos cubículos demasiado cortos y con las curvas demasiado altas: un reciente estudio en video demostró que el 67% de las vacas se balancean de forma lateral cuando se les daba esta opción. En cuanto a la pendiente del cubículo, deberá estar entre un 2 y un 4% para que el estiércol, la leche y la orina no se estanquen en el mismo. La altura del bordillo también es muy importante, no debería ser superior a los 25cm.
PASILLOS
El mantenimiento de los pasillos limpios constituye otro factor clave para tener las vacas limpias y secas. El estiércol excesivo en los pasillos nos conduce a niveles más altos de mamitis. Independientemente del sistema que usemos, los cubículos deben limpiarse manualmente cada vez que las vacas van a la sala de ordeño. Las zonas de paso también deben limpiarse después de cada ordeño. Otro aspecto importante en el diseño de un buen establo es la anchura de los pasillos. un factor fundamental a considerar en el diseño de nuestros establos. Los pasillos más estrechos tienen más estiércol por metro cuadrado, con lo que las vacas se salpican con más facilidad cuando caminan. El pasillo de la alimentación debería ser de 4,6 metros.
ENCAMADO
Con respecto al encamado, hay diversos tipos: el encamado inorgánico como la arena es el mejor. Un sistema para disminuir el consumo de arena en los cubículos consiste en enterrar neumáticos entre la misma; los neumáticos deben estar enterrados por debajo del extremo del bordillo unos 8 cm. Si no están enterrados lo suficiente, sobresalen o disminuyen la comodidad. Hay muchos tipos de encamado orgánico. Los más frecuentes son la paja, el serrín, la viruta, el papel troceado, tronchas de maíz y el estiércol desecado. Si estos tipos de encamado se mantienen secos, limpios y se remueven regularmente, pueden funcionar adecuadamente.
VENTILACIÓN
La ventilación es otro aspecto importante del confort: la ventilación natural es la mejor, sin embargo no todas las instalaciones permiten este tipo de ventilación. La clave consiste en tener unas alturas laterales adecuadas, siendo la recomendación mínima de 3.66 metros. En climas extremadamente calientes, incluso los establos ventilados de forma natural necesitan un suplemento mecánico para conseguir buenos niveles de confort. Los establos con cubículos necesitan tener suficiente movimiento de aire para que las vacas estén cómodas. Las investigaciones sugieren que una brisa de 12 Km/h es necesario para cumplir eso. Un mecanismo importante para mejorar el flujo de aire es la altura de los laterales de la nave. La altura mínima de los laterales debería ser de 3.7 metros. En condiciones muy calurosas, el uso de ventiladores y aspersores se hacen necesarios para refrigerar las vacas. Las sombras son unos mecanismos excelentes para controlar la temperatura en estabulaciones libres y zonas de pasto.
COMIDA Y AGUA
Para maximizar su rendimiento, la vaca necesita disponer de una buena zona de alimentación y suficiente agua. Un diseño adecuado del comedero es fundamental para una eficiente producción de leche. Para comer, el espacio ideal es de 61 cm por vaca. El diseño del comedero debe ser una superficie lisa y estar entre 8 y 13 por encima del nivel de la vaca. El agua es el nutriente más barato de que dispone la granja de leche, sin embargo muchas veces lo limitamos. Los bebederos deben ser limpiados y mantenidos a diario, mientras nos aseguremos de que no haya vacas esperando su turno para beber. El agua definitivamente tiene un impacto determinante en la producción de leche y la salud de la vaca. Las investigaciones han demostrado que las vacas beben un 50% del agua 2 horas después del ordeño, por lo que es importante asegurarse de que las vacas dispongan de suficiente agua y bebederos a la salida del ordeño. Después del ordeño las vacas prefieren agua tibia, lo que nos brinda una buena oportunidad para reciclar el agua procedente de las placas de refrigeración de la leche.
CONCLUSIÓN
En resumen, podemos concluir que el confort de las vacas es el factor número uno que determina la rentabilidad de las granjas de leche: independientemente del tipo de instalación, las vacas deben estar cómodas. Cuando todo falla, observe a sus vacas. Ellas son grandes comunicadoras, pero el problema es que nosotros somos malos observadores, o bien hemos aprendido a aceptar como bueno lo que hemos visto durante años, basado en tecnologías y rutinas anticuadas. La típica frase "siempre lo hemos hecho de esta manera" ha provocado que muchos ganaderos hayan tenido que dejar el oficio. Las vacas difícilmente se equivocan, pero son las que pagan el precio de nuestros errores. Con los conocimientos que manejamos actualmente, no hay excusa para que no dispongamos de unas instalaciones que maximicen el confort de nuestras vacas.
1. INTRODUCCIÓN
A menudo escuchamos que la producción convencional, caracterizada por el empleo  intensivo de inputs y un relativamente alto coste de producción de la unidad de producto, es el único camino a seguir para las explotaciones lecheras cuyo fin fundamental es el lucro económico. Los defensores de este tipo de producción utilizan normalmente este argumento en apoyo de su idea, y bien parece que la dinámica del sector productor parece darles la razón, puesto que , al menos hasta ahora y en mi región, Galicia (España ), no parece que la producción de leche ecológica haya progresado mucho.
Hemos de matizar lo anterior. Es cierto que en España, en general, el mercado de la leche ecológica y de otros productos ecológicos era muy reducido y casi exclusivo de un tipo de consumidor muy particular (cierto grado de formación y cultura, ideologizado, etc.) no mayoritario y con cierto poder adquisitivo, dispuesto a pagar por lo que se considera por muchos como un consumo de "capricho " más que de necesidad. Para este consumidor el precio puede ser más elevado y así los productos ecológicos se han vendido más caros, en tiendas especializadas,  con un sello de "exclusividad".  Creo que todo ello contribuye a que el gran público no se sienta atraído por los productos ecológicos.
No obstante, en esta parte de España y en general en todo el país, hoy en día ya se ve en los supermercados de barrio, que son los establecimientos más próximos al consumidor, leche envasada con marca y etiquetada como "producto ecológico", con el correspondiente sello del Organismo Controlador. Quiere esto decir, que el consumidor normal ya empieza a pedir este tipo de producto, si bien es cierto que el precio todavía no se ha puesto a un nivel  asequible. Valga como referencia que un litro de leche esterilizada (UHT) en envase brik puede costar entre 0,5  y  0,75 euros ( un euro eequivale hoy a 1 dólar americano), es decir 83-125 pesetas, y a veces menos, mientras que la leche ecológica cuesta 1,06 euros (175 pts) en el mismo supermercado , y si tenemos en cuenta que la leche líquida en España es un producto alimenticio de primera necesidad, de consumo masivo, es lógico pretender que el precio sea un poco más moderado.
En mi opinión, el reto de la producción ecológica, si pretende progresar, es  producir para el gran mercado a buen precio , compitiendo directamente con los productos convencionales.
Probablemente uno de los hándicaps que está sufriendo la expansión de la agroecología es, precisamente, la dificultad de producir para el gran consumo, es decir, a un precio competitivo con relación a la agricultura no ecológica. Sin embargo creo que no hay suficiente conocimiento sobre este extremo y, por eso he pensado que sería útil hacer un ejercicio de acercamiento,  sólo de acercamiento, a la realidad económica de la producción de leche con técnicas enmarcadas en el concepto y la reglamentación de la agricultura ecológica.
Haremos una salvedad. Iremos más allá del concepto de producción ecológica que define el Reglamento (CEE) 2092/91 del Consejo (DOCE de 22-7-91) y de la normativa española, es decir, del RD 1852/1993 de 22 de Octubre (BOE de 26-11-93) y la Orden de 1 de Septiembre de 1997 (BOE de 13-9-97), e intentaremos lo siguiente:
a) producir sin uso de inputs no autorizados por las citadas normas legales y,
b) definir un sistema de producción lo más eficiente posible desde el punto de vista energético.
Quiere esto decir, que no sólo propondremos un sistema de producción ecológica formal, que nos permitirá acogernos a los beneficios de la Denominación Genérica "Producción ecológica", sino que el sistema evitará ser un consumidor excesivo de energía.
Esto nos obligará a hacer:
1º. un ESTUDIO ECONOMICO para obtener los márgenes netos por litro y Ha.
2º. un BALANCE ENERGETICO para determinar la eficiencia energética del sistema de producción.
3º. una comparación de ambos estudios con los resultados de la producción convencional.
Para hacer el balance energético nos apoyaremos en los trabajos de Gerald Leach (1) y para el de costes económicos en multitud de datos publicados por la Consellería de Agricultura del Gobierno Gallego sobre la producción de leche en Galicia.
Conviene reseñar aunque sea someramente las condiciones de medio en que se desenvuelven las explotaciones lecheras en esta parte del mundo.
2. EL MEDIO FÍSICO
Climatología. El clima de la zona se caracteriza como “clima húmedo de bosques ralos” según el índice de Lang (83,46), según Martonne es “Húmedo” pues el índice de Martonne es de 46,69, y según el índice de Dantin-Revenga (1,198) se corresponde con “zona húmeda”.  Según los criterios de la UNESCO-FAO pertenece al Grupo 1 que engloba a los climas “templado-cálidos y cálidos”
pues la temperatura media del mes más frío (Enero) es superior a los 0º C , y sólo considera secos los meses de Julio y Agosto. El diagrama ombrotérmico de Gaussen muestra un sólo período seco y por tanto estamos ante un clima monoxérico por aridez y del Grupo 1 para la UNESCO-FAO.
Papadakis clasifica nuestro clima como “templado (Av, M)” y .según Thornthwaite es un clima B1r B´1a´, es decir, clima húmedo (B1) con poca falta de humedad (r) mesotérmico (B´1) y baja concentración térmica en verano. Señalaremos como principales datos (medias de 20 años) que la temperatura mensual media va de 8º C en Enero a 18,4ºC en Agosto, la humedad relativa media mensual va de 58,6% en Mayo a 69,5% en Diciembre, y las precipitaciones medias mensuales van de los 20 mm en Julio a 138 en Noviembre.
Lo más destacable de nuestro clima es que el suelo presenta humedad suficiente para un buen crecimiento de los pastos todo el año excepto entre Julio y mediados de Octubre en que hay un déficit considerable,  y la producción se resiente por causa de la humedad. La temperatura es limitante para el buen crecimiento de los pastos entre mediados de Diciembre y principios de Marzo.
Suelo. El suelo de la zona que consideramos es un suelo profundo sobre roca de esquistos, muy ácido (pH=5,48), rico en materia orgánica (9,93%) de fácil descomposición (relación C/N = 21,33), con salinidad inapreciable (CE = 0,058 dS/m a 25º), con apreciable contenido en P, pero no todo disponible  por la fuerte acidez. No obstante la acidez no es tan elevada como para que el Al que inmoviliza al P llegue a niveles peligrosos como ocurre en otros muchos puntos de Galicia.
No obstante, aunque la capacidad de intercambio catiónico efectiva es razonable (19,15) la proporción del Al+++ es elevada sobre el total de cationes (37%) y debe reducirse mediante encalados si se quiere un nivel elevado de productividad.
Por otro lado, se trata de suelos FRANCOS de textura.
En este medio físico, las explotaciones lecheras gallegas avanzadas son capaces de producir, aunque  no de manera generalizada, el litro de leche a un precio no superior a 36 pts./litro (0,22 euros), como luego veremos. Por lo tanto el margen neto resultante es muy considerable si tenemos en cuenta que el precio medio percibido por este tipo de explotaciones en 1996 estaba en el entorno de las 52 pts./litro, es decir, 0,37 euros (en 2002 todavía sigue prácticamente al mismo precio)
Es abundante la información existente sobre producción de leche en cualquier sistema de producción convencional, pero desgraciadamente no ocurre lo mismo con lo relativo a la producción ecológica, porque, hay en Galicia miles de explotaciones lecheras pero sólo un par de ellas practica las técnicas de la agricultura ecológica. Por lo tanto, no disponemos de información emanada de explotaciones ecológicas reales, pues el colectivo es casi inexistente por ahora. Nos serviremos de la experiencia profesional y de datos parciales de experimentos planteados con otros objetivos, para hacer propuestas y valorarlas.
3. CONDICIONES BASICAS DEL MODELO DE PRODUCCION ECOLÓGICA QUE SE  PROPONE
Estableceremos las siguientes premisas:
1. La explotación propuesta deberá cumplir plenamente los condicionantes impuestos por la normativa vigente para explotaciones acogidas a la Denominación de “Ecológicas”, y por lo tanto, el primer límite de las prácticas agropecuarias a emplear vendrá marcado por la imposibilidad de uso de los productos no especificados en las partes A y B del Anejo II del Rgto. 2092/91 de la UE.
2.No admitiremos prácticas que obliguen al consumo de productos agrarios no producidos con técnicas ecológicas.
Procede pues definir las prácticas que en principio tenemos que desechar y que nos determinarán el tipo de ganado y pastos, y en definitiva, el tipo de explotación.
Productos no permitidos
No se emplearán los siguientes productos:
-Fertilizantes minerales, excepto las escorias de desfosforación (Escorias Thomas) y las calizas molidas, que están incluídas en el citado Anexo II del Reglamento 2092/91 de la Unión Europea.
-Uso de productos químicos de síntesis para cualquier uso.
-Evitaremos, en la medida de lo posible la utilización de tracción mecánica. No tendremos maquinaria propia, aparte de la de ordeñar, y solo alquilaremos para distribuir los fertilizantes y la caliza molida.
Prácticas agrarias que definirán el sistema
Como consecuencia de lo anterior llevaremos adelante las siguientes prácticas agrarias compatibles con el propósito de la explotación:
-Fertilización y enmiendas. Será fundamentalmente orgánica por distribución directa del ganado en el pasto, más 1000 Kgr./Ha y año de Escorias Thomas en invierno, y cada año a un tercio de la explotación 2 Tm./Ha. de caliza molida, equivalentes a 2 Tm /Ha cada 3 años.
-Ensilado. Podría ser hecho siempre que se hiciera predesecado previo en el campo para evitar la necesidad de aditivos químicos conservantes, ya que los biológicos, además de caros, no están suficientemente probados y no garantizan una buena conservación. Sin embargo, decidimos evitar el ensilado porque consume mucha energía  su elaboración, no solo por la propia operación de ensilar (4500 MJulios/Ha ensilada y año en 2 cortes), sino porque dejar 100 o 120 días cerradas algunas parcelas para ensilar, significa la no entrada en ellas del ganado, y por tanto, el riesgo de que se creen ciertos desequilibrios en la fertilidad del terreno.
- Renovación de praderas. Sería aceptable renovar las praderas con maquinaria alquilada y semilla  no tratada, pero preferimos recurrir a técnicas de renovación directa por reparto de la semilla mediante  maquinaria alquilada. Incluso se puede hacer a mano sin mucho problema ya que habría que resembrar cada cuatro o cinco años en cada parcela, disponiendo de 2 o tres meses (septiembre a noviembre) para tal operación. Por ejemplo e n una explotación de 10 Has de pasto, habría que resembrar unas 2 Has por año en 10 semanas, es decir, sobre 300 metros cuadrados al día. Por tanto, incluso a mano, la carga es muy llevadera.
-Estabulación del ganado. Si estabulásemos el ganado en el invierno, como es tradicional, habría los siguientes problemas:
1. Alimentación por acarreo de la hierba cortada (pues no ensilamos).
2. Almacenamiento de excrementos y necesidad de posterior reparto de los mismos por medio de maquinaria.
3. Necesidad de conservación y mantenimiento del establo, coste y trabajo de limpieza (muy exigente en mano de obra si se quiere hacer adecuadamente), etc. Afortunadamente no son necesarios los establos para producir leche en nuestro clima (templado y húmedo). Solo se justifican por comodidad, mayor facilidad de suministro del silo en invierno, o por evitar que el ganado estropee por pisoteo las praderas demasiado húmedas en invierno. En nuestro caso no habrá estas dificultades.
En consecuencia, en nuestra propuesta, NO HABRA ESTABLOS PARA EL GANADO
-El ordeño. Por diversas razones de esfuerzo e higiene (carencia de mano de obra, gérmenes en la leche y mamitis en las  ubres) no se podrá hacer el ordeño a mano. Incluso no sería posible cumplir, dado el número de vacas que tendremos, con la condición necesaria en las explotaciones lecheras de ordeñar en un máximo de 90 minutos. Además, aún así necesitaríamos aporte de energía para hacer el enfriamiento de la leche, y ya de paso, extendemos el uso de la misma a una ordeñadora mecánica.
Habrá necesidad de una SALA DE ORDEÑO con lechería anexa, en la que se instalará una ordeñadora poco sofisticada, y un tanque de enfriamiento.
No podremos usar detergentes para el lavado y habrá que utilizar una rutina de limpieza, que está probada y va bien, basada en el  uso de agua muy caliente (90º C). Se necesitará  también un buen calentador eléctrico para este menester.
-El control del ganado en el pasto se hará mediante CERCAS DE TENSION que merecen atención especial porque van a ser el “establo” del ganado. Toda la responsabilidad de la custodia de los animales recaerá en las cercas.
Por tanto, las cercas tienen que estar bien hechas. Sus características serán las siguientes:
-Cercas fijas de tensión que cerrarán todas las parcelas.
-Tendrán en las cabeceras de los tramos postes de tensión, preferentemente de tipo "portería", y de ningún otro material que no sea madera de calidad.
-Tendrán 5 hilos acerados , monohilo (no trenzados)y de sección ovalada si es posible, separados 22 cm, todos ellos de espino de 12 cm entre púas, y con postes de separación de los hilos (no postes de tensión) cada 5 m.. Los tramos de tensión podrán ser de varios cientos de metros donde sea posible.
-La cría de las terneras se hará por método natural de amamantamiento múltiple (vacas nodrizas) para evitar el  uso de piensos y leche artificial en polvo. Por lo tanto, habrá necesidad de una MANGA DE AMAMANTAMIENTO donde arrimar las terneras a las nodrizas dos veces al día.
-La paridera será concentrada en la primavera como luego veremos, y se hará en el pasto, de manera natural. No hay problemas con este método y evitamos tener instalaciones específicas para partos.
Tipo de ganado
La condición de no usar piensos concentrados producidos en la agricultura tradicional impone un tipo de ganado no seleccionado para la producción especializada de leche, ya que en  nuestras condiciones  otro tipo de ganado estaría absolutamente subalimentado. El ganado especializado en leche (en Europa prácticamente reducido al frisón, bien sea de tipo europeo o Holstein americano) tiene una desproporción considerable entre  su capacidad para producir leche y la capacidad de ingesta de materia seca. Depende mucho de los concentrados, y esta dependencia es más marcada en el ganado de tipo Holstein (americano o canadiense) y menor en el ganado frisón europeo.
Tenemos dos opciones para elegir nuestro ganado:
1. "MAL GANADO LECHERO", bien sea por poco productor o bien por viejo. En el primer caso aún sería demandante de concentrados en buena medida, y en el  segundo tendríamos ganado gastado, de difícil adaptación a un nuevo sistema, y en definitiva de muy poca garantía.
Sin embargo, no se debería desechar esta opción para nodrizas de las terneras de cría. Sería una solución para la cría de nuestra reposición como es común en otros países (Irlanda por ejemplo), aunque no en España. Una vaca desechada de explotaciones lecheras por poco productora o por mamitis  puede alimentar y criar un buen número de terneras, quizás ocho (escalonadamente) , si se hacen bien las cosas.
2. "BUEN GANADO NO LECHERO". Estamos pensando en ganado autóctono en el caso de Galicia (raza Rubia Gallega) no especializado en leche, que pierde poco peso después de parir y por tanto, poco necesitado de concentrados. Aún así puede producir más de 2000 litros de leche muy rica en grasa.
Nos parece ésta última la solución más acorde con el proyecto que nos proponemos. Habría, sin embargo, que hacer la siguiente salvedad; podríamos tener ganado lechero de mediana o relativamente alta especialización si obtuviésemos los concentrados en la explotación. Esto requeriría reservar una parte importante de la explotación para dedicarla a cereales, cebada e maiz fundamentalmente. Sería una opción, pero de entrada nos parece una complicación ya que no se complementan en una alternativa, tendrían infinitos problemas de malas hierbas, sobre todo el maiz, etc.. El maiz podría ser sucedido por una gramínea forrajera sembrada a mano entre las líneas del maiz  antes de ser cosechado (de hecho así se hace en muchos lugares de Galicia) pero la cebada para grano encajaría mal. Quizás en un estadio más desarrollado de la agroecología en Galicia podría avanzarse en este sentido pero hoy en día no parece sencillo.
Por tanto nos decantaremos por la opción del ganado autóctono , que puede dar sin problemas 2-2,5 Tm. de leche sin concentrados siempre y cuando tenga a su disposición buena y abundante hierba.
Manejo del ganado. Aprovechamiento de la pradera
Por descontado que el sistema de aprovechamiento de los forrajes, será el mismo que ha de ser recomendado en las explotaciones tradicionales, es decir, el PASTOREO, rotacional si es posible, aunque en el caso de producción ecológica, con baja carga de ganado, el pastoreo rotacional, excepto en la primavera para controlar la excesiva oferta de hierba, no traerá ventajas de productividad, que solo son evidentes con cargas ganaderas (mejor dicho, presiones de pastoreo) altas.
Las bases del manejo del ganado serían las siguientes:
-Máxima acomodación de las necesidades nutritivas del rebaño a la curva de producción de la hierba, o lo que es lo mismo, máxima acomodación de la curva de lactación del rebaño a la curva de crecimiento   de la hierba. Se lograría con la concentración de los partos de las vacas hacia  Marzo-Abril (Gráfico nº 1)
-Monta natural. Es el mejor sistema de control de la concentración de la paridera en los meses que tenemos decidido. El toro se pondría en el pasto con las vacas en el verano, exactamente durante los meses de Junio a Agosto. Se desecharían en invierno las vacas que no quedaran preñadas.

GRAFICO Nº 1. ESQUEMA DE MANEJO DEL GANADOInstalación de establo
Producción prevista de los pastos. Ajuste de la carga ganadera
Primavera. Abril-Junio  (90 días). Vacas recién paridas
Supuesto un crecimiento de la hierba de 100 Kgrs. de MS y día en Abril-Junio (60% del logrado  por las praderas bien manejadas fertilizadas con Nitrato amónico-cálcico en esa época tal como se hace en la producción convencional), y un grado de utilización de esta oferta instantánea no más alta del 30 % para asegurar satisfacción plena del consumo voluntario (al  evitar competencia entre animales), disponemos de 30 Kgrs. netos de MS por Ha y día, que supondrían una Energía Metabolizable de 330 Megajulios.
Esta es energía suficiente para mantener plenamente dos vacas de 500 Kgrs. de peso produciendo cada una 17 litros, nivel medio que no lograrían  nuestras vacas autóctonas en el pico de lactación dado su limitado potencial productivo, pero también porque el 20% serán novillas de primer parto, y porque tampoco paren exactamente el día 1º del período de paridera. Por tanto, en la primavera tendremos asegurado el mantenimiento  de 2 vacas/Ha. a plena producción, pero un objetivo de 12 litros de media diaria me parece  suficiente.
Verano. Julio-Setiembre (90 días). Vacas en media lactación
El crecimiento diario del pasto será mucho más bajo, soportará la sequía tradicional en Galicia en Julio y Agosto, y probablemente no se logrará  una producción media diaria superior a los 50 Kgrs de MS de pasto/Ha.
Dos vacas por Ha. dando unos 10 litros en la mitad de la lactación necesitarían 250 MJEM/Ha., lo que equivale, supuesta una utilización del 30%, a una oferta diaria de 68 Kgrs. de MS/Ha, y  creemos que no es posible ofrecer esta cantidad de  pasto crecido en esta época de verano..
Pienso que el límite en esta época serían 1,3 vacas/Ha. de 10 litros cada una. Si mantuviéramos las 2 vacas/Ha. que ya teníamos en la primavera, la producción por vaca se resentiría demasiado y no se recuperaría luego en otoño. Por lo tanto, creo que es mejor optar por aprovechar esta época para eliminar el ganado viejo, enfermo o de desecho, y  esto normalmente supondría una reducción de un 20% en la  carga, pasando a 1,6 vacas por Ha.. Con esta carga podríamos llegar a unos 6 litros de media por vaca solo con el pasto producido.
De poder utilizar algún suplemento, es ahora cuando sería necesario, incluso  más que en el invierno.  
Otoño. Octubre-Diciembre (90 días). Vacas al final de lactación. Práctica de la técnica del PASTO RESERVADO DE OTOÑO
La producción de pasto repunta a partir de Setiembre con las primeras lluvias después del verano, aunque no se llega ni de lejos al nivel productivo ni de calidad de la primavera. Difícilmente podríamos pasar de  unos 70 Kgrs. de MS/Ha. de crecimiento diario de pasto.
Con esta producción llegaríamos otra vez a las 2 vacas/Ha. con unos 7 litros de promedio, pero como habíamos eliminado vacas  en el verano, ahora no tendremos más que 1,6 vacas /Ha. en el mejor de los casos. Potencialmente, en función de la comida, podrían producir 13 litros/día, pero después de la bajada del verano no recuperarán lo suficiente  la lactación y creo que no pasarían de 9. Eso sí, el ganado recuperaría carne, e incluso sobrarían recursos forrajeros.
Para  aprovechar  estos recursos forrajeros se practicará  la técnica neozelandesa del PASTO RESERVADO DE OTOÑO, que consiste en ajustar el rebaño a la superficie necesaria, y la sobrante, se cierra y se deja crecer en el otoño. Se logra así una masa de forraje relativamente bueno porque en el otoño-invierno no espiga e incluso deja de crecer, conservándose en el campo en buenas condiciones durante el invierno. Ahora bien, si no se aprovecha bien a fondo en Febrero puede retrasar  el rebrote de primavera e incluso ser éste de peor calidad.
De esta manera, en otoño tendremos 1,6 vacas/Ha. con unos 9 litros/día.
Invierno. Enero-Marzo (90 días). Vacas básicamente secas.
Con las vacas secas o secando, las necesidades alimenticias no serán elevadas. No obstante, tenemos que asegurar el aporte necesario para que el ganado recupere peso (reservas), que sin duda necesitará para convertirlo en leche después del parto, en mayor o menor medida según la calidad lechera de la vaca.
Con el escaso crecimiento que habrá en invierno y con el pasto reservado de otoño, las necesidades están aseguradas para el nivel de carga que tenemos (sólo 1,6 vacas por Ha.). Además, si detectamos alguna vaca no preñada puede desecharse en este tiempo.
Las novillas preñadas en el verano anterior se incorporarán al rebaño de vacas ahora, parirán en la primavera con el resto de las vacas, recuperándose así la carga normal de 2 vacas/Ha.
CUADRO Nº 1. EVOLUCION DE CARGA Y PRODUCCION
Tiempo del año
Vacas/Ha
Litros /vaca/día
Observaciones
Primavera
2
 12
Entran novillas
Verano
1,6
   6
Desecho viejas
Otoño
1,6
   8
Reserva de pasto
Invierno
1,6
   4
  
Prácticas de manejo del ganado
Ya hemos dicho que la paridera tendrá lugar en el campo de manera natural. Además de ésto, adoptaremos las siguientes prácticas de manejo del ganado:
Cría de terneras
Las terneras serán criadas por vacas nodrizas a razón de cuatro por vaca hasta que pase el verano y puedan incorporarse a un pasto de aceptable calidad capaz de mantenerlas por sí solo.
Por tanto, no necesitaremos tampoco instalaciones especiales de cría, excepto una manga de madera para aproximar las terneras a las nodrizas dos veces al día, al tiempo que las vacas de ordeño van a la sala de ordeño. Las nodrizas, el resto del tiempo estarán con las demás vacas.
El coste de la manga es despreciable y  no vamos a considerarlo, pero eso no significa que  su diseño no requiera atención. De hecho, si no se diseña de acuerdo con ciertos condicionamientos puede ser inservible. Puede aprovecharse también para integrar en ella un "potro" para inmovilizar vacas cuando se precise.
Las terneras tienen que ser descornadas a las pocas semanas de nacer con pasta especial no cáustica, evitandose métodos cruentos como  las pastas cáusticas o el  descornador eléctrico, porque producen sufrimientos innecesarios a los animales y por tanto son rechazadas  por los Consejos Reguladores de producción Ecológica.
Recría de novillas
Será hecha en el campo, estando solas desde que se destetan, y se reunirán con las vacas de nuevo cuando llega el verano siguiente, en el que han de ser cubiertas por el semental.
Los sementales
Los sementales se criarán en la explotación. Cada dos años criaremos un ternero para reponer, y siempre habrá un toro adulto y uno joven trabajando juntos. De este modo siempre habrá reposición asegurada, y al mesmo tiempo las jerarquías estarán plenamente establecidas y no deben crearse problemas entre ellos.
Cuando no estén con las vacas en época de monta, estarán  en un cercado específico para ellos lo más alejado posible del núcleo de la explotación. No necesitan instalación especial, pero conviene que cambien de cercado para evitar que estropeen zonas determinadas del pasto por pisoteo excesivo.
Vacas adultas
Siempre estarán en las praderas excepto tres horas al día mientras se están ordeñando en la sala. No requieren ninguna otra instalación.